cultura en soria

Este blog inicia su andadura con el propósito de manteneros informados sobre la cultura en Soria y que mejor que inaugurarlo con la I Feria del Libro, concebida desde este Departamento para promover y difundir la poesía como primer fundamento, apoyar a las pequeñas editoriales dedicadas a este género, especialmente a las de Castilla y León y como no para consolidar la imagen de Soria como una ciudad especialmente vinculada a la poesía convirtiéndola así en lugar de encuentro de poetas.

viernes, 11 de abril de 2008

Y como Programacion complementaria:

Edición de "Poesias Viajeras", publicación distribuida, durante la Feria, en estaciones urbanos, estación de autobuses y ferrocarril.

Concurso literario "Poesía y Viaje".

Proyección de los audiovisuales:

"Viaje a lo efímero" de Jesús Muñoz.

"Otros Universos machadianos" de Cesar Sanz. Zarza y Olga la Torre.

"El viento acaricia la superficie del agua" de Visor Audiovisual con textos de Susana Gomez Redondo.

"El bosque quemado" de José A. Diaz y Susana Gomez Redondo.

"Coillure el último viaje" de Andrés Martín.
"Sueña Machado en Soria" de Visor Audiovisual con textos de Susana Gomez Redondo.

Todos los dias de la Feria, (excepto el día 23) en sesiones de mañana (de 11,00 a 13,00) y tarde (de 17,00 a 19,00) en el Salón de Actos del centro cultural Gaya Nuño en la Plaza de San Esteban.

1 comentario:

Julio Asunción dijo...: Mi nombre es Julio Asunción, licenciado en Historia, guía turístico y colaborador en la revista de turismo Conocer Navarra. Hace poco visité el Museo Numantino y la ciudad celtíberorromana de Numancia. Me encantó el día que pasé y ello me llevó a hacer uná página web sobre Numancia. Les envío el link por si les resulta de utilidad, quieren dar su opinión sobre ella o proponer alguna sugerencia para mejorarla.
Este es el link: http://numancia-guia-arqueologica.blogspot.com
Muchas gracias.
Un saludo.
Julio Asunción; 15 de marzo de 2011, 17:45

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ABRIL 2008

Abril florecía
frente a mi ventana.
Entre los jazmines
y las rosas blancas
de un balcòn florido
vi las dos hermanas.
La menor cosía;
la mayor hilaba...
Entre los jazmines
y las rosas blancas,
la más pequeñita,
risueña y rosada
—su aguja en el aire—,
mirò a mi ventana.

La mayor seguía,
silenciosa y pálida,
el huso en su rueca
que el lino enroscaba.
Abril florecía
frente a mi ventana.

Una clara tarde
la mayor lloraba
entre los jazmines
y las rosas blancas,
y ante el blanco lino
que en su rueca hilaba.

—¿Qué tienes—le dije—,
silenciosa pálida?
Señalò el vestido
que empezò la hermana.
En la negra túnica
la aguja brillaba;
sobre el blanco velo,
el dedal de plata.
Señalò la tarde
de abril que soñaba,
mientras que se oía
tañer de campanas.
Y en la clara tarde
me enseñò sus lágrimas...
Abril florecía
Frente a mi ventana.

Fue otro abril alegre
y otra tarde plácida.
El balcòn florido
solitario estaba...
Ni la pequeñita
risueña y rosada,
ni la hermana triste,
silenciosa y pálida,
ni la negra túnica,
ni la toca blanca...
Tan sòlo en el huso
el lino giraba
por mano invisible,
y en la oscura sala
la luna del limpio
espejo brillaba...
Entre los jazmines
y las rosas blancas
del balcòn florido
me miré en la clara
luna del espejo
que lejos soñaba...
Abril florecía
frente a mí ventana.

A. Machado.

Diario de Abril

Así comienza Abril,
con esta lluvia
que nos moja por dentro
haciendo germinar viejas raíces
La nueva savia brota
como mudo tumulto
de sangre en las arterias.
Las manos fingen flores.
He perdido los ojos.
Han doblado la esquina
tras tus medias de seda
y ya no han regresado.
Hoy ha vuelto a llover.
Pequeños ríos corren
por la acera
y yo temo pisarlos
con mis pies indecisos.
¿Para qué tanto sol
si tan sólo es abril?.
No es verdad, no es Abril,
no es primavera.
Es sólo un espejismo despistado
que olvidó su desierto.
La luna en el tejado.
Prisionera inaudita.
Un gato.
Me conoce y me guiña
sus ojos de faquir.
No sé qué día es hoy.
Las horas pasan.
El reloj se marea
en mi muñeca
Verde.
Abril es verde.
Verano sin madurar.
Sorteando los charcos
soy un niño de escuela.
Clap, clap, clap, clap,
Las gotas
con su música clásica.
Rosales.
Aún es blando el dolor
de sus espinas
Aparto los visillos
para verte pasar.
El ruido de tus pasos
me ensordece.
Guardemos el secreto.
Que nadie lo conozca
hasta que broten flores.
Asoma sigiloso a la ventana.
Me sorprende, otra vez,
desayunando
y se sienta a mi mesa.
Otro Abril, otro tiempo,
otra mañana
de amor sin impermeable.
¡Este invierno
a destiempo y tan frío,
que anoche secuestró la primavera!.
¡Qué tiñoso es el sol!.
Es el mes de la tierra, dicen;
el mes de la semilla,
dicen,
germinando los frutos.
Paseo por el parque.
Mínimos brotes surgen
del jardín de mis ojos.
Duermo como en domingo
y sólo es martes.
El día me ha cogido
a contrasueño
Si sólo fuera aire
enredado en tu pelo!.
¡Cuántas veces pasamos
por esta acera amiga!.
Pisábamos los charcos,
¿recuerdas?
Mi corazón es verde.
Guardo un trozo de Abril
en el bolsillo.
Lo sacaré en Diciembre.
Sonrío con la lluvia.
Soy un tonto
perdido en la avenida.
Silba, mientras trabaja,
un barrendero,
cierta canción de amor
y primavera.
Como quien mira al cielo
y no ve más que verde.
Así es Abril.
Se me escapa
este mes familiar.
Ladrón furtivo.
En silencio,
como llegaste,
te has marchado.

Julián Alonso.

Como si nunca hubiera sido mía,

dad al aire mi voz y que en el aire

sea de todos y la sepan todos

igual que una mañana o una tarde.

Ni a la rama tan sólo abril acude

ni el agua espera sólo el estiaje.

¿Quién podría decir que es suyo el viento,

suya la luz, el canto de las aves

en el que esplende la estación, más cuando

llega la noche y en los chopos arde

tan peligrosamente retenida?

¡Que todo acabe aquí, que todo acabe

de una vez para siempre! La flor vive

tan bella porque vive poco tiempo

y , sin embargo, cómo se da, unánime,

dejando de ser flor y convirtiéndose

en ímpetu de entrega. Invierno, aunque

no esté detrás la primavera, saca

fuera de mí lo mío y hazme parte,

inútil polen que se pierde en tierra

pero ha sido de todos y de nadie.

Sobre el abierto páramo, el relente

es pinar en el pino, aire en el aire,

relente sólo para mi sequía.

Sobre la voz que va excavando un cauce

qué sacrilegio este del cuerpo, este

de no poder ser hostia para darse

Claudio Rodriguez

cultura en soria

viernes, 11 de abril de 2008

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